En primer lugar quiero seguir disculpándome por la falta de
actualización del blog, especialmente a aquellos que de nuevas o de no tan
nuevas, siguen metiéndose en él de vez en cuando para ver si hay algo nuevo
escrito, pero es que no tengo nada de tiempo. De tal forma que este blog ya se
va a quedar, de momento, de esta forma, como un lugar desde el que participar
en los post comunes de la blogosfera cervecil y poco mas. Ya lo siento, pero es
lo que hay…
En este caso he de agradecer a Pau Lupuloadicto que me
invitara a participar en uno de estos post simultáneos, en este caso sobre mi
“Beerano” Cervecero 2013, o lo que es lo mismo, mis la narración batallitas
cerveciles a lo largo del verano.
Pues bien, como todo viaje, por muy improvisado que sea,
parte de una idea anterior en el tiempo, en mi caso es la suma de mi visita
anual a Bélgica (por razones familiares y cervecísticas) junto con la visita de
otros amigos de por aquí. Me explico, todos los años voy a Bélgica a ver a mis
familiares de allí y este año, unos meses antes de verano lo comenté con David
y Miriam, de Cervezorama y Guinea Pigs! Y me dijeron que ellos también tenían
pensado ir para allá junto con algunos de los chicos de Laugar y Falken man,
así que traté de amoldarme a sus fechas y así, las visitas a cerveceras, bares
o lo que fuera, no las haría solo, lo cual me pareció estupendo.
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Oude Geuze de Oud Beersel |
La verdad es que no recuerdo las fechas exactas, pero sé que
fue a principios de Agosto, yo ya llevaba unos días en Gante, donde tengo
siempre mi campamento base y había hecho una incursión junto a mi cuñado a
nuestro querido het Water Huis aan de Bierkant. Reconozco que este bar ya no es
lo que era para mí, quiero decir, la carta ya no me sorprende tanto, pero aún
así, creo que es bonito, acogedor y tiene una muy buena selección, tanto de
barril como de botella y siempre se puede encontrar alguna joya, en mi caso
destacaría Oude Geuze de Hanssens y una vieja conocida, la Oude Geuze de Oud
Beersel.
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Cuvée Mam’zelle de De Leite |
Otro día volví en solitario a Brujas, la cual conozco ya bastante
bien, pero que siempre está bien recordar. Aquí fui a los sitios habituales, la
tienda de Struise, siempre un poco decepcionante, en este caso todo mi botín
fue una botella de Wellmertz, pero bueno, menos da una piedra ¿no? Pero
destacaría el Café Rose Red, el cual ya conocía pero que cada vez me gusta más,
una muy buena selección de barril y de botella, muy tranquilo, apartado del
turisteo de la ciudad y con un muy buen servicio, atento y con conocimiento de
causa. Entre las que pude probar destaco la Cuvée Mam’zelle de la cervecera De Leite, una strong ale envejecida en
barricas de Medoc, un auténtico descubrimiento y la Oude Geuze de De Cam,
espectacular y que desgraciadamente
resulta tan difícil de encontrar por la piel de toro…
Creo que fue al día
siguiente de esa visita y después de pasar un tiempo con mis sobris cuando por
fin me reuní con el grupo Guinea-Falken-Laugar, precisamente en la terraza
del het Water Huis, donde destaco
la Oud Kriek de Oud Beersel.
Pero era al día siguiente cuando esperaba el plato fuerte,
los cerveceros se pasaron a buscarme y fuimos a la que, sin duda, es la mejor
tienda de cerveza que yo conozco, el Dranken Geers, en Oostakker, un pueblecito
a la afueras de Gante que parece un supermercado de cerveza, con Jupiler, Maes
y Stella, pero también muchísimas cervezas tradicionales y de la nueva ola,
especialmente belgas, lo que hace posible encontrar grandes rarezas a precios
de risa. Mi botín fue escaso pero bien
escogido:
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la
Carácter Rouge de Rodembach, que me dejó sin palabras.
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la Black
Berry Albert, de Struise, espectacular…
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Lou Pepe de Cantillon, guardadita está también.
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La Oud bruin de Brouwers Verzet, muy buena.
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La Westkust de Troubadour, brutal, como todo lo
que hace esta menospreciada cervecera.
Desde allí, y con la espinita de no haber podido pillar
ningún barril, partimos hacia a Amberes, rumbo a uno de los grandes templos de
la cerveza, el Kulminator. De esta parada destaco el haber aprendido dos cosas
muy importantes, poder probar ciertos birrotes máximos, pero sobre todo, haber
tenido una compañía inmejorable.
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la tropa en el Kulminator |
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Boon Kriek Mariage Parfait de 1984 |
Lo que aprendí es que una birra no es mejor solo por ser mas
vieja, aunque sea una de esas que envejece muy bien, ejemplo práctico: probamos
dos Stille Nacht, las dos espectaculares, pero la de 1999 muchísimo mejor que
la de 1987, para mi gusto la segunda estaba demasiado vieja. Lo mismo ocurrió con una Chimay de 1988, que
me encantó, ojo, pero creo que es probable que fuese mejor una menos vieja,
igual que una Orval de 2005, aunque en este caso lo que esperaba es que
destacasen mucho más los brett, tampoco fue así, se quedó en una cosa bastante
plana, interesante, pero plana, lo cual no pasó con una Tuverbol de 2006.
La otra idea con la que me quedo es las lámbicas si que
ganan con el tiempo. Hace poco alguien me dijo que no, que lo mejor era
tomarlas frescas, yo reconozco que la geuze mas vieja que había probado era de
dos años, una sola vez y me pareció mejor, más equilibrada y redonda, pero no
lo puedo asegurar, fue solo una vez… pero en las botellas recomiendan
guardarlas al menos 10 años, por lo tanto, si ellos mismos lo dicen será por
algo, ¿no? En efecto! Probamos una Kriek Mariage Parfait de Boon de 1984 que
era espectacular, en efecto muchísimo mas afrutada, mas bebible, equilibrada,
impresionante… y de hecho, al día siguiente Armand de 3 Fonteinen nos confirmó
la teoría, pero no voy a adelantar acontecimientos. Respecto a las birras ya he
mencionado algunas, pero también cayeron una Oerbier Reserva Special de 2008,
una Pannepot Vintage de 2005 o una Aardmonik de 2007, la cual recordaba
muchísimo mejor, pero bueno.
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Lambic pura directa del barril en 3 Fonteinen |
Desde Amberes yo me volví directamente a Gante pero quedamos
al día siguiente en Bruselas para visitar la fábrica-museo de Cantillon,
interesante, muy bonito todo, probamos una lambic pura y luego una a elegir. La
lambic pura me recordó mucho a ciertos vinos de jerez, como el palo cortado,
muy interesante, pero he de decir que la visita en si me decepcionó un poco,
demasiado preparado para el turisteo, pero bueno, tampoco es que no merezca la
pena, sigue siendo muy interesante. De allí salimos rumbo a Beersel, para
visitar 3 Fonteinen, la cual es muy pequeña y no tiene un tour programado como
si tiene Cantillon, pero el propio Armand nos enseñó todo, nos dio a probar un
par de birras y nos contó con gran pasión el proceso de fabricación, toda la
historia de lo que le ha pasado en los últimos años pero también sobre en arte
de mezclar lambics y la tradición en su familia. Por ello creo que este fue,
probablemente uno de los mejores momentos de todo el viaje.
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Faro de hand pump |
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Kriek Lambiek de 2009 de De Cam |
Tras este momento glorioso y con bastante tristeza por no
poder seguir con tan excepcional compañía, mi camino se separó del de los chicos,
ellos ponían rumbo al sur, cosa que yo, por motivos personales, no pude hacer,
pero seguí de ruta cervecística por mi cuenta, visitando otros dos de mis bares
favoritos de todo Bélgica: el Chez Moeder Lambic de Bruselas y mi queridísimo
Den Stillen Genieter de Mechelen. En el
primero la compañía y el ambiente eran escasos, pero poder beber de barril la Cantillon Geuze, la Oud Geuze de
Tilquin y sobre todo, la Faro de Cantillon de hand pump, no tiene precio.
También me apreté una estupenda Band of brothers, colaboración exclusiva del
bar con la Barasserie de la Senne, que en efecto, casi nunca defrauda, en este
caso algo asi como una blonde lupulizada, muy itneresante y por ultimo una
fantástica Jandrain-Jandrenouille de barril! Casi na! En el Stiellen Genieter
fue casi todo lo contrario en cuanto al ambiente, mucha gente cervecera, pero
tranqui, como siemrpe en este sitio y con una compañía inmejorable. Respecto a
las birras destaco la Été de Fantome y una Westvleteren 6, pero sobre todo la
Kriek Lambiek de 2009 de De Cam, espectacular!
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3 Fonteinen Doesjel |
Por último, y para despedirme de Bélgica, me acerqué con mi
cuñado a un bar bastante conocido en la zona, que nunca había podido visitar,
por estar demasiado aislado y conocido por tener una selección de mas de 1500
botellas. El susodicho es el Den Zytholoog, sito cerca de Adegem. La verdad es
que el sitio es extraño, es un bar de carretera, con una cantidad impresionante
de botellas, de todo tipo, desde clásicas artesanas locales hasta las mas
nuevas y ediciones raras y especiales, con muy buen precio, pero con un
servicio mas parado de normal. El sistema que tiene de servicio es muy poco
habitual, consta de una serie de cámaras frigoríficas en las que están las
botellas, entre las que puede caminar el cliente y cogerlas a su antojo, pero
sin saber el precio, lo cual hace que se tarde muchísimo en hacer la selección.
En mi caso destaco la Rebel Local de Brouwers Verzet, una IPA belga, pero muy
IPA, muy bien acabada, la Saison d´Epeautre, aunque me decepcionó notablemente,
después de haber leído sobre ella en el libro de Phil Markowski, pero
especialmente la Cuveé de Jacobins, una roja flamenca en la línea de la
Rodenbach gran Cru, para mi desconocida, pero muy bien hecha y
sorprendentemente barata, y como guinda, la 3 Fonteinen Doesjel, de la cual
había leído mucho pero nunca había podido probar, que aunque es una Geuze, está
mucho más cerca de una lambic por que no está refermentada en la botella, muy
interesante y más aún después de haber conocido personalmente al artista que
las elabora.
Bueno, y hasta aquí mi MBC13, al volver de Bélgica pasé unos días en Asturias y me puse fino a
sidras, pero eso es harina de otro costal. Ha sido un placer compartirlo con
ustedes, espero no volver a tardar tanto en escribir otra vez y nos vemos en
los bares! O en las ferias!